El néctar que te nombra (por Olaff Ramos)
Desapareciste al final de los campos, bajo cielos plomizos y tu caminar fue lento como el ritmo silente de las curvas de tus montañas.
Enciendes mis mañanas con la helada brisa que lame las soñolientas calles, rotas por ocasionales sirenas, autos y un lejano aullido, de un perro abandonado.
Miles de historias besaron tu mirada, la piel asalmonada de tus ahora, valles de concreto.
Hoy tu lluvia se convierte en sicaliptica cadencia y tus ojos son ahora las más cercanas estrellas, bocanada de luz desnuda sobre el néctar de aquel que te nombra.
Vista 360 de Bogotá
Vista del Oriente y sur de Bogotá
Vista de Norte, Occidente y Sur de Bogotá.
Vista del Oriente, Norte y Occidente de Bogotá
Esta noche me quedo, en lo alto de tu olvido, buscando en tu cuerpo de dama antigua, las grietas de aquel ocaso del oro prometido.